El Boleto contra el Ajuste
Miles estudiantes se movilizaron para la reglamentación del boleto universitario provincial. El mismo fue aprobado por la legislatura luego de una extensa lucha estudiantil contra un oficialismo (FpV) que pretendía cajonearlo pese a tener un discurso a favor de la educación. A cinco meses de la gestión Vidal tampoco hay cambios.
Como parte del ajuste implementado por Cambiemos, el pasaje urbano en La Plata se incrementó casi un 100%, llegando a los $7. A su vez los estudiantes que viajan desde el conurbano padecen las demoras en la reactivación del servicio de trenes, por ende en muchos casos deben pagar más de $30 diarios en cada trayecto. Es decir que el costo para solo asistir a las aulas, sin incluir trabajos de campo y talleres de cada carrera, un estudiante puede gastar entre $300 y $1600 mensuales. Por desgracia las paritarias sindicales y la mayoría de las becas tuvieron un techo en un 30% fraccionado.
La columna de aproximadamente 5 mil personas fue encabezada por la Federación Universitaria de La Plata, con el apoyo de las Federaciones de Buenos Aires, Quilmes y Lujan. También se manifestaron los Institutos Superiores de Formación Docentes, Centros de Estudiantes universitarios y secundarios, el sindicato SUTEBA, CTA, y más partidos políticos adherentes de izquierda y centroizquierda.
La educación pública es un derecho consagrado y es también parte integral de la identidad del país. Tal es así que en julio del 2015 la legislatura de la provincia de Buenos Aires aprobó la ley 14735 para garantizar la gratuidad del transporte en todos los niveles educativos, tanto públicos como privados. Pero bajo la excusa de no contar con los datos técnicos necesarios, la gestión de Daniel Scioli cajoneó la reglamentación de dicha ley. A casi un año de este hecho podría quedar sin vigencia si sigue durmiendo en los despachos, ahora encabezados por María Eugenia Vidal.
En 1810 Manuel Belgrano escribía sobre la necesidad formar escuelas y talleres gratuitos, de hecho murió sin fortunas porque entregó sus posesiones materiales para construcción de espacios educativos. Años más tarde le seguirían Domingo Sarmiento y Nicolás Avellaneda. Hasta que un 15 de junio de 1918 estalló la Reforma Universitaria que marcó el camino hacía la modernidad y la gratuidad absoluta en todos los niveles de formación. Y fue gracias a este camino construido por miles de personas, que luego se formar grandes intelectuales que nos representan en todo el mundo, entre ellos 5 Premios Nobel. Sin ellos no tendríamos muchos de los logros de Conae e Invap, ni tantos expertos presentes en proyectos internacionales como el Coalicionador de Hadrones. Incluso los mismo docentes que hoy están en las escuelas primero debieron pasar por los profesorados de distintos niveles.
Cuando Cristina Kirchner asumió su primer mandato comparó su proyecto con el modelo de país de Alemania, nación con una fuerte impronta socialdemócrata y de educación gratuita. Por su parte Mauricio Macri hizo lo propio apuntando hacía Australia, Corea del Sur, Chile y Nueva Zelanda; donde la educación es principalmente arancelada. Pero también en su discurso de asunción remarcó: “(..) crear una educación acorde al siglo XXI”, siendo que la actual tendencia mundial es el debate e implementación de la educación gratuita en todos los niveles.
Es de destacar que una de las naciones generalmente líderes en estos temas es Finlandia, donde la gratuidad y asistencia está asegurada. La preocupación por la formación académica es tal en Europa que en Rumania se aprobó que los boletos en el transporte público sean gratuitos para quienes vayan leyendo libros. Otro caso extremo y reciente se dio en Japón, historia viralizada en las redes, donde la empresa de trenes mantiene abierta una estación exclusivamente para que una estudiante secundaria pueda terminar sus formación.
Por otro lado es un hecho que el país quedó con un gran déficit, mientras que la provincia de Buenos Aires literalmente estaba en quiebra el 9 de diciembre de 2015, tras 12 años de kirchnerismo. Pero este necesario ajuste en las cuentas no tiene porqué ser pagado siempre por el pueblo y la educación. Si hay una necesidad de ahorrar, entonces la gobernadora María Eugenia Vidal no tendría que gastar 660 mil pesos para refaccionar su vivienda en la Base Militar de Morón, pues simplemente podría emplear la mansión del gobernador (calle 6 e/ 51 y 53). En vez de quitar los subsidios a los servicios, se podría poner impuestos a los negocios financieros y bienes de lujo, que tanto han endeudado multimillonariamente al país con la modalidad de “bicicleta financiera”.
Es necesario ajustar las cuentas del país, pero no se puede hacer esto a costa de la enseñanza. Históricamente este país ha generado ganancias millonarias para unos pocos, algunos por vía legal y muchos otros mediante la corrupción. Si en verdad el 10 de diciembre se inició un camino de “cambio”, entonces el ajuste no puede comenzar por rifar el futuro académico del país con las mismas recetas de 50 años que casi destruyen la educación.
Por: Sosa Damián
Imagen: Sosa Damiá
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