lunes, 7 de octubre de 2019

Inundaciones 2A – La demagogia Electoral

La semana pasada el intendente Julio Garro inició una nueva etapa de su campaña electoral remarcando las obras hidráulicas en La Plata y el rol de La Campora durante la inundación del 2 de abril. La reacción no se hizo esperar, una oleada de militantes salieron al cruce para señalar que se esta queriendo hacer campaña con la tragedia. Y si bien es verdad, ¿desde qué lugar el muerto se asusta del degollado?

El Dr Julio Garro inició una recorrida por los barrios, medios locales y canales nacionales para contar lo que se hizo en materia de gestión hídrica y testificar los horrores que ocurrieron el 2 de abril. Claro que Garro, siendo diputado provincial, se encontraba en el exterior ese nefasto fin de semana (Miami). Posteriormente cómo representante parlamentario bonaerense jamás intentó comunicarse con las asambleas vecinales ni se destacó como un vocero de los juicios contra Pablo Bruera o Daniel Scioli. En general, entre 2013 y 2015 el PRO local no mostró mucho interés por acercarse a las organizaciones vecinales, quienes debían confrontar contra la gigantesca propaganda bruerista, sciolista y kirchnerista, financiada con fondos públicos. En otras palabras, no se destacó cómo paladín dentro ni fuera de la Legislatura.
Desde luego que la nobleza obliga a reconocer la verdad, la realidad material de otros hechos los avances. Durante aquellos dos años si aparecieron algunos sectores de la UCR, el ARI-CC y el Frente de Izquierda, entre otros. Incluso se debe reconocer que luego de casi 4 años de administración “Cambiemos”: se terminaron la mayoría de las obras hidráulicas, se proyectaron nuevas, se creó un plan de contingencia muy poco conocido y se consolidó un verdadero sistema de alerta temprana.

En la vereda opositora cayó muy mal el uso político de una inundación que no reconoció fronteras ni distinciones partidarias. Y si, en cierto punto no es moralmente correcto ni saludable que la campaña electoral se defina con el dolor de al menos 89 fallecidos y 150 mil afectados. Pero para poder hacer esta crítica, primero hay que tener limpio el historial. 
Guste o no guste, dos de las cinco corrientes internas del Frente de Todos representaron lo peor de la inundación, mientras que las tres restantes formaron parte del armado encubridor.
¿Acaso no fue La Campora quién intentó ponerle una bandera política a la ayuda solidaria que llegaba a la Facultad de Comunicación Social, liderada por ese entonces por la Dr Florencia Saintout? ¿No se aprovechó para distribuir bolsones con sticker de “Clarín Miente”? ¿Son mentiras los videos dónde se veía cómo La Campora y la UOCRA peleando por quién administraba las donaciones, ósea “por quién es más solidario”?
Podría argumentarse que el saintouismo solo representa a un sector del Frente de Todos, y que detrás del gran consenso local existen personas mejor posicionadas. ¿Pero acaso el Licenciado Guillermo Escudero no es un diputado bruerista de primera fila? ¿No son Guillermo “Nano” Cara, Miguel Forte, Ramón Arteaga, Lorena Riesgo y Sabrina Rodríguez algunos de los 20 concejales que impidieron el juicio político al ex-intendente Pablo Bruera?

Pasaron 6 años de la trágica inundación de La Plata, la segunda más fatal de toda la historia argentina. Un desastre ambiental que estaba anunciado por: inundaciones previas (1990, 1998, 2002 y 2008), por un fallo judicial, por informes de la UNLP y por el simple hecho de que la ciudad llevaba décadas sin readecuar los aspectos hidráulicos. Ahora, los culpables, los ausente y los tibios compiten por quienes son los paladines de las causas perdidas. Y si, en cierto punto es una causa perdida. Luego de seis años no se condenó a ningún responsable político, salvo Sergio Lezana que pagó una multa de $12.500.

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