EEUU y el Vaticano desclasifican documentos
En pocas horas se cumplen 40 años de Golpe Militar del 24 de marzo de 1976, motivo por el cual se conmemora el Día Nacional por la Verdad y la Justicia. Tras los pasos de seguir reconstruyendo aquella historia que se intentó ocultar, el Presidente Barack Obama y el Papa Francisco I anunciaron su intención de desclasificar documentos secretos.
El portavoz papal Federico Lombarda aseguró a TELAM y medios acreditados que “el trabajo procede de manera regularmente y se prevé que pueda ser completado en el curso de los próximos meses, luego de lo que se podrán estudiar los tiempos y condiciones para su consulta, junto con la Conferencia Episcopal Argentina".

La apertura de estos documentos pueden ser de gran relevancia considerando los roles y posiciones opuestas que existieron dentro de la Iglesia Católica entre 1976 y 1983. En aquellos años se pueden encontrar casos de curas cómplices como Christian Von Wernich, condenado a cadena perpetua por 31 casos de tortura y 7 homicidios. En contrapartida se presentan el secuestro de los seminaristas de San Patricio y las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon.
Cuando Jorge Bergoglio resultó electo como líder de la Iglesia Católica Apostólica Romana, el periodista Horacio Verbitsky lo señaló como cómplice del secuestro de los seminaristas. La filtración de la correspondencia y los testimonios de las víctimas demostraron que Francisco I nunca formó parte de dicho complot.
Conformes o no con la respuesta brindada por el mandatario norteamericano, si se efectúa la total apertura de los datos, muchas dudas podrían quedar saldadas. El caso de las religiosas Léonie Duquet y Alice Domon es un ejemplo ya que desaparecieron en diciembre de 1977 luego de una solicitada en diario La Nación. Sus cuerpos fueron encontrados como NN pocos días después en la costa bonaerense, pero no se identificaron hasta 1984. Gracias a los documentos de la administración civil norteamericana abiertos en 2002 se supo que dicho gobierno tenía conocimiento del caso y la identidad de sus cuerpos desde 1978.
Si bien es difícil especular sobre los alcances que tendrá la apertura de los documentos de Inteligencia de Estados Unidos y el Vaticano, seguramente sean herramientas útiles para continuar con la reconstrucción de la historia y el avance de los juicios en cursos. Incluso tal vez podrían ser útiles para reactualizar y solidificar algunos conceptos de política internacional considerando que en muchas naciones son recurrentes las violaciones sistemáticas a los DDHH.
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